terça-feira, 26 de setembro de 2017

Rosario de las Virtudes Vicentinas


(Como rezar: se inicia con la señal de la cruz - símbolo de los cristianos que nos exorciza del mal; seguida por un Padre Nuestro, “la oración de los pobres” (Papa Francisco, Mensaje por 1º Dia Mundial de los Pobres), y por un Ave María, en alabanza a nuestra única Madre. Luego se reza, reemplazando los cinco Padre Nuestros y de las 50 Dios te salve Marías del rosario, las oraciones que se siguen, cierando cada misterio con un Gloria al Padre. Finalizar el rosario con la oración conclusiva).  
   
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


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Cuentas grandes
Dios nuestro Padre, danos por intercesión de San Vicente de Paúl, las virtudes misioneras, a fin de seguir mejor a tu hijo Jesús Cristo, Evangelizador de los Pobres. 

Cuentas pequeñas
Por tu vida y misión / muerte y resurrección / vivamos tu sencillez, humildad y celo / mansedumbre y mortificación.

Conlusión del misterio:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre. Amén

Oración conclusiva 
San Vicente de Paúl, ejemplo de docilidad al Espíritu, que, con su amor afectivo y efectivo, organizaste el servicio de los pobres, promoviste los laicos, renovaste el Clero y la Vida Consagrada, tornándose patrono universal de las obras de caridad, rogad por nosotros y atendednos en la gracia que ahora pedimos: (pedir la gracia). Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!


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